Adiós en Torrero a Avelino Chaves

La capilla 1 del cementerio católico se quedó muy pequeña para albergar el inmenso cariño que el zaragocismo profesa a su exsecretario técnico, fallecido el pasado domingo.

Las restricciones de la pandemia solo han permitido este martes la asistencia de 45 personas al funeral de Avelino Chaves, el punto de convergencia de las mejores generaciones del Real Zaragoza desde Los Magníficos hasta la Quinta de París, fallecido el pasado domingo

La capilla 1 del cementerio católico de Torrero -nombre del campo de fútbol en el que brilló con el Real Zaragoza- se quedó muy pequeña para albergar el inmenso cariño que el zaragocismo profesa a su exsecretario técnico. Apenas pudieron asistir sus hijos (María Pilar, María Luisa, Avelino y José Manuel) y su familia más directa

Fueron los privilegiados que escucharon la despedida que le tributó Juan Antonio Gracia, capellán emérito del Real Zaragoza. Palabras precisas para acotar la dimensión del icono que se marcha.

En el velatorio también había acceso restringido. Entre el funeral y el velatorio, todos los que ubicaron al Real Zaragoza en un lugar de privilegio del fútbol español. Magnificos, zaraguayos, futbolistas de Beenhakker, de la Quinta de París. Dirigentes actuales, como Christian Lapetra, Luis Carlos Cuartero o Fernando Sainz de Varanda. Expresidentes como Alfonso Solans, Eduardo Bandrés y José Ángel Zalba. Exentenadores como Víctor Fernández o Manolo Nieves. Ejecutivos como Paco Checa o el exsecretario técnico Pedro Herrera. E iconos eternos del club, como Andoni Cedrún, Xavi Aguado, Santi Aragón, Chucho Solana o Alberto Belsué. Todos lloraron el adiós del aglutinador, del hombre que edificó todos los grandes equipos del Real Zaragoza de los últimos 50 años.

Como resumen sintético, las palabras de Rubén Sosa desde el otro lado del Atlántico. Lloroso, el Poeta del Gol confesaba a José Manuel, hijo de Avelino, que sin él no hubieran sido posibles los grandes equipos del Real Zaragoza que dictaron cátedra en el fútbol español.

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